Referencias
¿Qué une a Total Hydraulics y KTR? «Los acoplamientos de KTR siempre encajan y no se rompen», resumen la colaboración Jelmer Hartenberg, ingeniero y copropietario de Total Hydraulics. La empresa está especializada en la fabricación de componentes, accionamientos y sistemas hidráulicos y neumáticos. Entre sus clientes se incluyen empresas de la industria, la construcción de maquinaria agrícola, el transporte marítimo y las administraciones públicas. El vídeo muestra cómo los acoplamientos «indestructibles» de KTR actúan como pequeños engranajes para mantener en funcionamiento grandes sistemas transportadores.
Para que nada se recaliente durante los picos de funcionamiento y se pueda enfriar adecuadamente, sobre todo en grupos diésel para aplicaciones móviles. Hartenberg comenta al respecto: «-Antes utilizábamos el radiador del motor diésel para refrigerar el motor y un refrigerador de aceite independiente para el circuito hidráulico. Mientras el motor estaba en marcha, el ventilador del motor giraba continuamente, y el refrigerador de aceite se controlaba en función de la temperatura del aceite. Así que necesitábamos dos refrigeradores para un equipo». Eso no era aceptable, ni para la vista, ni para la técnica. Por eso, Total Hydraulics se puso en contacto con KTR para matar dos pájaros de un tiro: es decir, enfriar dos equipos con un refrigerador. La solución: un refrigerador combinado MMC de KTR a medida. «El refrigerador consume unos 5 kW. Si el grupo diésel y el aceite hidráulico aún están fríos, el ventilador permanece apagado. Como solo se enciende y apaga cuando es necesario, se ahorra también combustible. Por eso utilizamos un refrigerador combinado de accionamiento hidráulico que realiza dos operaciones en una. ¡Perfecto!»
Jelmer Hartenberg recuerda otra «acción combinada», donde no había que enfriar grupos sino mantener una mente «fría». Todos los cables estaban recalentados: «Era un viernes, a mediodía, poco antes de empezar el fin de semana... un armador de Den Helder nos llamó preguntando si teníamos un hidromotor para un propulsor de proa. ¡El buque tenía que salir a las tres de la tarde! ... Por supuesto, un motor tan especial ni lo teníamos nosotros ni lo podíamos conseguir a corto plazo en todos los Países Bajos.» ¡Emergencia en Holanda!
Hartenberg le ofreció al armador echar un vistazo in situ. Descubrió rápido que el daño del motor no se podía reparar. Entrentanto había llegado un montador de Rolls-Royce, el fabricante de la hélice al lugar del siniestro. Por suerte, disponía de un motor usado, pero con otras distancias entre ejes, de forma que no se podía usar el acoplamiento del primero. Hartenberg combina: «Llamé a un colega de KTR fuera del horario de oficina a su móvil y le expliqué el problema. Mi colega encontró una filial donde todavía había alguien pues estaban celebrando una fiesta. Y tenían precisamente el acoplamiento que necesitábamos. En pocas palabras: de madrugada, a eso de la una el buque averiado, un buque de suministro para plataformas petrolíferas, pudo salir del puerto. «Un barco así en el puerto puede costarle al operador 65.000 euros o más al día. Con KTR y algo de suerte pudimos arreglarlo rápidamente». Hartenberg resume: «Así son las cosas con KTR: en momentos de necesidad, podemos confiar en su apoyo».
¡Y así seguirá siendo!